Somos un grupo de familias que … 

Queremos ser mejores en los roles que nos toca vivir en cada relación interpersonal, tener vidas bendecidas, y así ser verdaderamente exitosos

Que han entendido que en Jesucristo se encuentra el camino que conduce a las grandes y completas bendiciones para esta vida y con trascendencia en la eternidad

Que han decidido tener un encuentro con Dios por medio de la oración y el aprendizaje de Su Palabra

Que comparten en su comunidad principios bíblicos, no una religión, pues estos principios y valores proveen la más sólida plataforma para el bien común, traduciéndose esto en bendición para el individuo, la familia, y la sociedad

Creemos en Dios y creemos en la Biblia como su Palabra

Acreditamos la Biblia como el documento de mayor confiabilidad, completo y suficiente en donde encontrar las verdades que transforman para bienestar nuestra vida.

Entendemos que sus más de 40 autores fueron inspirados por Dios para documentar Sus principios, promesas y preceptos que nos dan sabiduría, aliento y libertad, siendo la Biblia el repositorio de la Palabra de Dios para el ser humano.

Reconocemos la existencia de Dios al cual podemos conocer por medio del aprendizaje de su Palabra, por medio del testimonio de otras personas cuya vida se apega fielmente a sus principios, y al experimentar su presencia a través de la oración y la adoración.

¿En qué se resume el Mensaje que compartimos?

BENDICIÓN RENDICIÓN RELACIÓN

La bendición es el estado de bienestar al que podemos llegar por gracia -como un regalo de Dios- y en consecuencia de conducirnos sobre los principios de Dios. El ha establecido la ley de la siembra y la cosecha para que podamos preveer las consecuencias de nuestros actos, escogiendo libremente (Ef 2:8   Ga 6:7   Dt 30:19   Pr 11:18   Pr 22:8).

Dios como el Creador es la fuente de los estándares absolutos que distinguen lo bueno y lo malo; también, como Padre, es la fuente de la verdadera bendición con el deseo de bendecirnos y tener misericordia de nosotros (Stg 1:17   Pr 10:22   Jer 29:11   Lam 3:22   Ro 8:32).

El desafío es escoger los principios de Dios para ver, en consecuencia, los efectos de su respaldo y guía para nuestro bienestar (Sal 1:1-3   Jn 10:10).

Conviene que nuestra vida sea conducida por Dios, pues como Padre sabe lo que nos conviene y está por nosotros incondicionalmente; nosotros, en cambio, somos frágiles y limitados (Sal 37:5; 56:9b  Is 40:6-8   Is 55:9   2 Tim 2:13).

Rendirnos a Dios nos hace libres para ser lo que fuimos diseñados a ser, y nos asegura tomar el camino de la vida abundante; Jesucristo para esto vino, para hacer posible la restauración de nuestra condición (Jn 14;6   Jn 8:31-32   Jn 10:10   Is 53:4-12).

Uno se rinde en totalidad a Dios por medio del arrepentimiento de sus pecados y la fe en Jesucristo, haciéndolo el Salvador y Señor de su vida. El desafío es rendir cada vez más áreas de nuestra vida al señorío de Jesucristo y así permitirle que de el rumbo correcto a cada área en particular (Tito 3:4-7   Ro 10:8-10).

Cuando rendimos nuestra vida aceptando la obra redentora de Jesucristo “nacemos de nuevo” y tenemos una nueva afiliación con Dios como sus hijos (Jn 3:3,16   Jn 1:12).

Esta relación se cultiva, buscando a Dios a través de una vida de adoración (reconocimiento, oración, y obediencia), lo que hace que nuestra fe no se base en seguir una religión sino en mantener una relación con Dios (Sal 145:18   Jer 33:3   Jn 15:14-15).

Al crecer en esta relación con Dios somos llevados a mayores  niveles de bendición, por lo que nuestro desafío es perseverar en el desarrollo de nuestra relación con El (Ro 8:16-17,28   Sal 91:14-16).