- LA HERENCIA ECONOMICA QUE DIOS NOS LLAMA A DAR
- por J.L. Mantecon
La bendición económica, como las bendiciones en otras áreas de la vida, si queremos que permanezca y trascienda debe surgir de la aplicación de los principios del Creador, pues estos permanecen para siempre (Isaías 40:6-8). Y que mayor trascendencia de una bendición cuando esta la pasamos a la siguiente generación.
Sin duda nuestra economía es un área de desafíos y luchas. Sea por la cantidad de necesidades que no podemos resolver o por los anhelos que no podemos alcanzar, las finanzas personales generan limitaciones por lo que el éxito en esta área lo asociamos a libertad.
La bendición en nuestra economía y finanzas se expresa como libertad, un estado donde las frustraciones son vencidas.
La libertad financiera descansa en 3 columnas principales:
- Una bendición económica generacional – la Visión de Dios
Dios nos ama de una manera extraordinaria e incondicional. Hay que saber que quiere lo mejor para nosotros y, en base a ello, escribir nuestra visión (Juan 3:16, Juan 10:10, Habacuc 2:2-3).
El libro de Deuteronomio nos muestra al menos cinco anhelos de Dios que, como padre, tiene para nuestra bendición económica: ser prosperados, ser saciados, estar alegres, ser victoriosos, y estar bajo el cuidado de Dios. Estos anhelos dan forma a su visión para nosotros.
- Una sabiduría generacional – el Modelo de Dios
Vivir en estándares altos de rectitud no tiene la intención de impedir realización o satisfacción. Tales estándares de Dios nos conducen a la bendición plena sin consecuencias colaterales, y a la verdadera libertad (Juan 8:32, Proverbios 10:22).
La sabiduría de Dios se aplica en seis principios para una Planeación y Ejecución que nos permitan llegar a la visión: Presupuesto, Planeación, Estrategia, Trabajo, Medición, y Disciplina financiera.
- Una permanencia que se extiende a la siguiente generación – el Propósito de Dios
Hay que saber multiplicar y conservar la bendición; solo cuando sembramos tenemos la posibilidad de multiplicar (Marcos 4:8).
Para ello debemos aplicar los principios de a) Invertir (Juan 12:24), b) Reconocer que todo viene y es de Dios (2 Corintios 9:7, Malaquías 3:10-11), y c) Dar a otros (Lucas 6:38)
Le invito a que lea las citas bíblicas que sustentan el siguiente marco de trabajo de las tres columnas de libertad financiera, y que, al aplicar cada principio que de la Palabra emana, encaminemos nuestra economía en la bendición de la libertad y trascendencia que Dios ha diseñado para nosotros y nuestros hijos:
Si desea contar con la grabación original de la conferencia completa “Libertad Financiera: una Herencia Generacional”, solicítela en info@grupoelcamino.org o visítenos en La REUNION DEL DOMINGO.
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