Frank Herbert –autor de la novela “Dune” publicada en 1965 y hecha película recientemente–dijo en una entrevista en 1981 que él consideraba a John F. Kennedy entre los líderes más peligrosos de su tiempo, no porque fuera malvado sino porque nadie lo cuestionaba.

Vivimos un momento sin precedente y crucial en el mundo.Un par de investigaciones del prestigio Pew Research Center publicadas en Febrero del 2024 (1) muestran que el respaldo al autoritarismo es alto en muchos países de ingresos medianos y que hay un crecimiento significativo en el respaldo a la autocracia.

Autoritarismo y autocracia están muy relacionadas, la primera lleva a la segunda, pero no son exactamente lo mismo.Autocracia es la forma de gobierno en la cual el poder político recae en una única figura o persona, cuyos actos y decisiones son incuestionables y no están sujetos a ninguna forma de restricción legal o incluso de control popular.

Es de sorprenderse que en países considerados democráticos, el porcentaje de personas que dice que ser regidos por un líder fuerte o el ejército sería una buena forma de gobernar ha llegado arriba del 30% tal es el caso de democracias fuertes como Estados Unidos y el Reino Unido; en México llega a un altísimo 71%.

De hecho, México es el país donde más ha crecido en los últimos 5 años la creencia de que un líder fuerte que pueda tomar decisiones sin inteferencia del congreso o de las cortes judiciales sería una buena forma de que el país sea gobernado.

Fuente: Pew Research Center, https://www.pewresearch.org

¿QUÉ DICE DIOS CON RESPECTO A LA AUTOCRACIA?

En el capítulo 8 del primer Libro de Samuel encontramos un momento histórico en que la nación de Israel, el pueblo escogido por Dios para manifestarse a través de ellos al mundo, pidió un drástico cambio de régimen de gobierno.

Durante varias décadas Israel había sido gobernado por un sistema de jueces pero ahora pedían un régimen autócrata, un rey, a lo que Dios advirtió las consecuencias negativas de tal deseo (2). En este caso histórico hay 5 características e implicaciones en la decisión por la autocracia:

1. Intolerancia al fracaso

Durante el tiempo de los jueces la mayoría de ellos no caminaron conforme a la ley de Dios, siendo que estaban para guardar e impartir justicia en base a ella.Esto había traído una terrible y larga crisis económica, moral y espiritual a la nación, pero Dios levantó a Samuel para atacarla.

Sin embargo hacia el final de su carrera, Samuel puso a sus hijos como jueces a lo que el pueblo, a través de sus líderes, le dijo: “tú has envejecido ya, pero tus hijos no siguen tu (buen) ejemplo.”(3)

Cuando finalmente Dios levantó en Samuel al mejor de los jueces en la historia de la nación, este ahora dejaría el cargo para nuevamente entregar la nación bajo un sistema de gobernantes corruptos que pervertían el derecho y eran manipulados con sobornos(4).Algo difícil de tolerar.

Así, la frustración por gobiernos que han fracasado y nos han fallado, caracteriza la idea de que una buena ideología de gobierno (representada por Samuel siendo viejo) ya es obsoleta, así como la inclinación a dar a alguien todo el poder posible para sacar adelante al país confiando en sus palabras, en su moral y en que sean atinados sus planes para la nación.

2. Sometimiento del poder judicial al poder ejecutivo

El poder más importante que un autócrata buscará tener a su disposición para no detener ninguna de sus decisiones, sean buenas o malignas, legales o ilegales, es el poder judicial.Es este órgano de gobierno el que confirma la rectitud y apego a la ley de aquellos planes y mandatos del poder ejecutivo, así como de las nuevas leyes que el poder legislativo apruebe, para evitar que se ejecuten acciones ilegales y que pervierten el derecho. Debe haber justicia para todos y en todo.

Tal cual es lo que Israel pedía: “…constitúyenos un rey que nos juzgue …”(5), lo que significa la subordinación del poder judicial al poder ejecutivo.

Esta autocracia no agradó al Profeta Samuel y al respecto Dios dio una fuerte advertencia que no es para menos, pues el lugar de la justicia y la independencia de la ley con respecto a los intereses de cualquier persona es esencial para el desarrollo de una nación.(6) La Biblia establece que “el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre”.(7)

A la luz de la Palabra de Dios no hay mejor plan nacional para la paz que conducirse en base a la justicia de la ley, sobre todo en los países donde el crimen organizado son como “naciones” que nos han invadido y nos afligen cortando la libertad, la paz, y la oportunidad de desarrollarnos plenamente (8)Cuando un líder dice que la ley no es la ley, evidencia su inclinación autócrata.

3. Populismo y Demagogia

Otro elemento que los líderes de Israel mencionaron a Samuel en su petición de un rey fue hacer lo que era popular en las naciones, las cuales tenían rey y que salía a pelear sus batallas dirigiendo sus intereses.(9)Esto habla de una falta de identidad propia como nación pero al mismo tiempo de poner la confianza simplemente en la retórica del líder popular. Esto es el populismo.(10)

El problema del populismo es que se dirige a desarrollar un sistema clientelar no solamente de votos cortoplacista sino confianza absoluta en el gobierno.La autocracia levanta la imagen de su líder supremo ganándose con halagos el favor popular, apelando a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público. Esta es la demagogia.

Dios pone los principios de su Palabra y la confianza en su Persona por encima de la capacidad de los seres humanos.Dice el Salmo 148 “no confíen en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación”, lo que significa que un ser humano es frágil y vulnerable a desviarse de manera importante incluso de sus ideales y promesas. Pero es Dios, el creador de todo y de quien procede todo lo bueno, quien liberta de cualquier tipo de cautividad, sea económica, emocional ó espiritual, cuando ponemos nuestra esperanza en sus principios, y no en una persona fuerte.(11)

4. Sistema creciente de subsidios

La cuarta característica alrededor de la autocracia que vemos en este caso de Israel es la creación de un sistema de subsidios de doble juego: para solventar nuevas y crecientes cargas operativas del gobierno (12), pero también para cubrir intereses propios del autócrata, no de la nación (13).

El mayor problema del sistema de subsidios es que disfraza la causa raíz de la improductividad y la debilidad en las fuentes generadoras de riqueza o valor económico, además que las lesiona.

Un sistema de subsidios tiene sus bondades y puede ser muy útil, pero cuando se ejecuta de una forma económicamente equivocada y cuando se desvirtúa por la influencia de principios ideológicos políticos incorrectos se vuelve un mecanismo de aflicción a las comunidades.Ambas fallas son características en las autocracias como vemos en el ejemplo de 1ª de Samuel 8.

En el capítulo 5 de Gálatas hay dos principios que no hemos sabido conciliar, tendiendo a irnos a un lado o a otro sin encontrar el balance correcto.Por un lado dice: “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo” (14) (subsidio), y tres versículos después: “Que cada uno cargue con su propia responsabilidad”(15) (no subsidio).Interesante ver que estos principios se derivan de un llamado a preservar la libertad expuesto en el capítulo anterior (el 5).

La primer aseveración toca el principio del subsidio al invitarnos a llevar la responsabilidad que le toca a otro como un acto de misericordia, pero la segunda habla de no subsidiar a otro en lo que atañe a su responsabilidad como, por ejemplo, cuando dice el mismo Apóstol Pablo en una carta posterior referenciando a gente desordenada que “si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma”(16).

¿Cómo podemos aplicar la combinación de estos principios?

Que llevemos temporalmente según nuestra capacidad (17) la carga de otro en lo que progresa la restauración de tal persona o entidad legal, pero no minando la capacidad productiva de quien da esa ayuda (sea una persona, el Estado, o la empresa privada) al crear dependencias hacia dicho apoyo y desfavoreciendo al que produce, todo lo contrario, estimulando a los que producen correctamente.

Por cierto, Jesucristo enseñó esta última parte magistralmente con una parábola en Lucas 19:11-26, donde dice que todos tuvieron la misma oportunidad al recibir un capital para hacerlo producir y que, al que fue fiel produciendo por medio de su trabajo justo, se le entregó más para que pudiera producir más.La Biblia habla del subsidio responsable pero sobre todo de estimular la capacidad productiva, no al revés convirtiendo inversiones en gasto populista e imponiendo mayores cargas fiscales para subsidiar más.

5. Prácticas tiránicas de enseñoreamiento

A través del Profeta Samuel, Dios advirtió a la nación que un autócrata les afligiría enseñoreándose de ellos.Nada distinto a lo que Jesucristo advirtió al decir que “los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así.”18

Mencionó una lista donde podemos identificar tres tipos de prácticas tiránicas

• El poder autocrático se protege a sí mismo usando lo que te es valioso (19) (tus valores morales, los derechos humanos, la unidad de la familia, tu libertad de expresión, y otras).
• El poder autocrático se nutre a costa de tu crecimiento.(20)
• El poder autocrático se edifica y desarrolla tomando tu capacidad productiva.(21)

Esto y más es lo que comprende el enseñoreamiento.El único señor absoluto, el único mesías, solamente se puede encontrar en Dios a través de Jesucristo; por eso cuando Israel decidió por la autocracia, Dios dijo que era a él mismo a quien habían desechado, no a Samuel como juez, pues el ejercer señorío irrestricto solo le corresponde a Dios y lo hace en el interior de nosotros, y por medio de nosotros desea influir para bien en el mundo.(22)

¿QUÉ PERDIDAS TIENE HOY UNA NACIÓN QUE OPTA POR UN GOBIERNO AUTOCRÁTICO?

La antítesis de la autocracia es la democracia representativa, por lo que un gobierno autocrático traerá en consecuencia la pérdida de los principios democráticos que son muy buenos para una nación.

¿Cuáles son?

No basta que un movimiento político diga que es democrático porque reconoce el sistema de elecciones para la designación de los mandatarios.La democracia se constituye por todos estos principios democráticos en conjunto, no usando uno o dos de ellos de forma aislada.

¿HAY ALGUNA IDEOLOGÍA PERFECTA QUE NOS ALEJE DE LA AUTOCRACIA?

Ideológicamente hablando, se puede llegar a la autocracia tanto por “izquierda” como por “derecha”. Así que no, no hay una ideología perfecta pero sí tienen caminos distintos.

Sin mencionar los aspectos positivos que encontramos tanto en los movimientos políticos de izquierda como en los de derecha, la diferencia básica entre uno y otro son dos D’s:

• La izquierda nos lleva POR DISEÑO a la autocracia
• La derecha nos puede llevar por POR DEFECTO a la autocracia

Amén de los aspectos positivos que los partidos políticos tomen de la ideología de izquierda, la izquierda está diseñada para crear una figura única de control, centrando los poderes en el Estado; esa figura puede ser el partido mismo o una sola persona, en ambos casos inamovibles.Por diseño habrá autocracia.

La democracia representativa, en la que se basa la ideología de derecha, como observamos en la sección anterior está diseñada para tener contrapesos que ayuden a no concentrar los poderes en un solo sitio, potenciando la capacidad colectiva para hacer gobierno y empoderando desde la base de la nación a los ciudadanos para libertad política, económica, y social.

La ideología de derecha no es sinónimo de garantía que algún gobernante no se dirigirá hacia la autocracia, pero hace que el camino hacia ello sea difícil, requiriendo de muchos cambios estructurales que llevan tiempo realizar, tiempo en el que podemos darnos cuenta de la tendencia y ejercer nuestro poder ciudadano para hacer que la democracia funcione y rectifique su rumbo.

TRES RECOMENDACIONES

1. No renunciar al poder ciudadano cuando nos abstenemos de votar

La libertad se mantiene ejerciendo el poder que se nos ha confiado, y eso comienza usando atinadamente el poder del voto. Al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le cuenta como pecado(24)

Las guías que Dios da en Efesios 5 nos dicen que especialmente en los tiempos desafiantes y malos debemos observar con diligencia cómo las cosas se están conduciendo, no ser insensatos cerrándose al conocimiento, sino ser sabios entendiendo la voluntad de Dios que encontramos en su Palabra y en comunicación con su persona por medio de la oración.(25)

Esta necesidad de sabiduría es la que ha motivado la elaboración de este artículo haciendo referencia a 44 pasajes bíblicos para un estudio personal a profundidad de la Palabra de Dios y tener su conocimiento.

2. No renunciar a nuestro poder entregándolo a la autocracia

El riesgo de fracasar como nación es altísimo cuando se concentra el poder del gobierno en una única figura o persona, cuyos actos y decisiones son incuestionables y no están sujetos a ninguna forma de restricción legal.

Cuando uno se despoja así del poder se pierde la libertad.Dios nos ha llamado a libertad y nos ha empoderado para servirnos mejor y extender los principios de bendición de su reino (26)

La democracia representativa es la antítesis de la autocracia, pero no es perfecta, por lo que hay que hacerla funcionar bien y eso comienza votando bien; y continúa sujetándonos a los gobernantes elegidos nos gusten o no (27) y llamándoles a rendición de cuentas para avanzar en el rumbo correcto.

3. Construir el voto a partir de la confianza correcta y la ideología conveniente

El gobierno que se elige debe construirse con el mismo principio que Jesucristo enseñó, a partir de un cimiento firme si queremos que el gobierno que deseamos ver soporte cualquier circunstancia adversa que pudiera enfrentar (28)Todo se construye de abajo hacia arriba.

Como hemos visto ya, nuestra confianza y esperanza total no puede estar puesta en un fundamento débil como lo son las personas, los partidos políticos, ni en acciones fuera de la legalidad, sino en la roca que hace que lo que desarrollemos resista las adversidades.Esa roca es confiar en la palabra del verdadero y único rey necesario para nuestras vidas: Jesucristo.(29)

Sin importar el resultado electoral, al estar en sus manos Cristo hará posible que nuestra vida pueda navegar por cualquier situación que se presente.(30)

Sobre este fundamento interior, lo que sigue decidir es por la ideología conveniente que evite caer en la autocracia.

Sobre la ideología conveniente, escoger el partido político y los candidatos analizando múltiples factores y estudiando bien su ideología que sostienen (no los planes o acciones de gobierno, sino la ideología).Aún en los asuntos ministeriales Dios manda que pongamos a prueba en qué se inspiran, que creen y si sus acciones son congruentes con ello. (31)

Este es el orden conveniente.En caso que algún candidato sea reprobable, deberemos voltear y considerar a otro partido de la misma ideología y ser pacientes si tal partido incluso tiene severas deficiencias.Hay que pelear cada batalla en su momento oportuno, hoy la prioridad es cerrar la puerta a la autocracia, para inmediatamente después sanar el tejido social y reformar la estructura de partidos políticos para hacer que la democracia representativa funcione, y funcione cada vez mejor.

Tomemos aliento y pongamos manos a la obra apoyados en la promesa divina que dice:

“Encomienda al Señor tu camino, y confía en él; y él hará.

Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.”

SALMOS 37:5-6 (RV60)